La Eucaristía es el aspecto más importante de toda la vida Cristiana porque es Jesús quien está verdaderamente presente en ella. Muchos cristianos hoy hablan de tener una relación con Jesús, y no podríamos estar más de acuerdo; Jesús nos ama tanto que en realidad desea vivir físicamente dentro de nosotros a través de este Sacramento. Como nuestro Señor dice él mismo: En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. (Juan 6, 53-56). El Nuevo Testamento abunda con referencias a la Eucaristía; de hecho, el cuerpo de Cristo bajo la apariencia de pan y vino ha sido el centro del Cristianismo desde los primeros días de la Iglesia.
Primera Comunión
Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el padre, también el que me coma vivirá por mí.
Juan 6, 55-57
Preparándose para el Sacramento de la Sagrada Comunión
Prepárese para encontrarse con el Señor Jesús en el sacramento especial de la Santa Comunión. El Rito de la Santa Comunión celebra el paso final hacia la plena iniciación en la Iglesia. La Primera Comunión se celebra comúnmente alrededor de los siete u ocho años, cuando los niños son mayores de edad y son capaces de participar en la vida sacramental de la Iglesia Católica. Para la Primera Comunión, debes ir al sacramento de la Confesión antes de recibir la Santa Comunión. La Eucaristía es un don que lleva toda una vida comprender. Es un regalo que requiere una respuesta de nosotros, es por eso que debemos encargarnos de que nuestros hijos estén bien preparados.
En el bautismo de su hijo se les dijo a ustedes, los padres, que «serían los primeros y mejores maestros de sus hijos en el camino de la fe». La participación de los padres en la preparación de su hijo para la Primera Comunión es primordial. La parroquia ayuda pero no reemplaza su parte en el proceso de guiar a sus hijos en el desarrollo de su fe, a través del desarrollo y el ejemplo de su propia vida. La mejor preparación para la Eucaristía es llevar a su hijo a Misa con regularidad y ayudarlo a entender de qué se trata.
La Arquidiócesis de Denver está en el proceso de restaurar el orden de los Sacramentos de Iniciación. Estos tres sacramentos estaban originalmente destinados a ser recibidos en este orden: Bautismo, Confirmación y Sagrada Eucaristía. El sacramento que inicia completamente a una persona en la Iglesia Católica es la Sagrada Eucaristía (Primera Comunión).
Para ver un video sobre el Orden Restaurado y leer la Carta Pastoral “Santos entre Nosotros” del arzobispo Aquila visite: